¡Buenas,
familias!
El fenómeno
'Fortnite' ha sido uno de los más importantes del año. Según las
previsiones, tiene una base de jugadores activos de más de 130
millones y ha sido capaz de generar más de tres millones de dólares al día. Sin
embargo la explosión de este juego también está provocando varias quejas y
problemas derivados en los colegios.
Tal es
así, que es preciso que los padres controlen el tiempo de acceso a las
pantallas y supervisen el juego que tiene enganchados a gran parte del
alumnado.
¿Qué más esconde el Fortnite? ¡Quédate un ratito más!
“Fortnite”
es un juego que consiste en un mapa donde los jugadores intentan que los demás
mueran antes que ellos. Pero no es un juego propiamente violento. En parte
gracias a sus colores llamativos, bailes divertidos y personajes que recuerdan
a los dibujos animados. Aunque no son estos factores lo que preocupan al
profesorado de algunos colegios. En el juego las partidas son cortas,
normalmente de unos 20 minutos. Eso alienta a los jugadores probar suerte
una y otra vez, lo que al final puede llegar a causar adicción. Un problema que
la OMS ya reconoce como enfermedad.
Además
de su capacidad adictiva y poder jugarse gratis a través de todo tipo de
dispositivos, hay otro elemento extra que está impulsando a 'Fortnite'.
Muchos
maestros, expertos y los mismos padres son conscientes de los nuevos referentes
de los más pequeños. Algunos de los Youtubers más famosos promocionan el juego
y hacen referencias a él, consiguiendo no solo ser el centro de la atención
sino provocando que aquellos que no juegan se puedan sentir
excluidos al no conocer el juego. Para hacernos una idea de su alcance,
jóvenes jugadores profesionales de fútbol como Griezmann o Dembelé o
de baloncesto como Luka Dončić también son reconocidos jugadores de “Fortnite”.
Os
dejamos un interesante artículo sobre los peligros que enturbia el uso de este
juego, con algunas connotaciones educativas que puede tener. Haz clic en la
imagen para leerlo.
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